A la pregunta que Carlos, un
internauta, le dejó a Ben Lewis en el blog en la que le le preguntaba en que manera las herramientas digitales
y los softwares, que permiten accesibilidad al conocimiento colectivo, afectan
al proceso evolutivo del cerebro, el director, sorprendido por la pregunta,
contestó:
Estamos ahora mismo en un momento
de Inteligencia Artificial. No creo que inventos como Smartphones o Google Glasses
nos deterioren biológicamente, si no que van a acentuar la inteligencia
individual y colectiva.
Estos inventos lo que están
consiguiendo es que la memoria sea cada vez menos importante, haciendo, por
ejemplo, que no necesites acordarte del cumpleaños de tu amigo. Esto supone que tendremos acceso
a una plataforma democrática de inteligencia. Cada vez estamos teniendo un menor
uso de nuestra memoria, desde el invento de la calculadora en los años 70'
hasta hoy.
Internet solo supone un cambio
más. No es un cambio radical con respecto al pasado. La democratización de la
inteligencia comenzó hace 100 años cuando ya no era necesario tener poder
económico para acceder a la educación.
Ahora, sin embargo, el cambio es
más rápido y da más miedo, pero en el siglo XIX también ocurrió lo mismo con
inventos como el teléfono y la electricidad. Todo ese conocimiento de Smartphones y Google Glasses nos va a permitir compartir, y por ende, aprender
más. Poseer una inteligencia cooperativa, lo cuál es bueno.
Hay que mirar también lo que esto
supone para la economía, mirar donde van todos estos beneficios. Debemos
procurar que no vayan a multinacionales americanas o chinas, y que se traduzca
en un beneficio compartido. Intentemos que la economía on-line no imite a la
economía real. Estamos en un mundo con crisis, impuestos e incluso una
austeridad impuesta. De hecho, la mayoría de la juventud española no tiene
trabajo.
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