8 de mayo de 2013

Ventura Pons inicia la Retrospectiva: El Documental durante la Transición en España


Una imagen de la mítica
sala del Cine Doré.
Ventura Pons ha participado en en esta edición de DocumentaMadrid proyectando una de sus obras. Con Ocaña, Retrat Intermitent, película que el director realizó en 1978, se inaugura la sección Retrospectiva: El Documental durante la Transición en España, que se desarrollará en un espacio histórico como es la Filmoteca Española. Otras quince piezas entre las que se encuentra El Desencanto, El asesino de Pedralbes, Canet Rock o El proceso de Burgos, completan esta retrospectiva de obras realizadas durante la etapa de la Transición. Una etapa que el director calificó de "explosiva".


La sala lleva abierta
desde el año 1912.

Recordó Pons que en esos años puente entre la Dictadura y la Democracia, él y muchos otros tenían ganas de que explotara todo. Gritar lo que se habían guardado dentro. "La transición fue un buen momento. En cuanto a la Democracia, muchos se la han creído , pero estamos a niveles mínimos" apunta.



Durante su coloquio con el público, revivió algunas batallitas con otros grandes de la época como el escritor Manuel Vázquez Montalbán, o el fotógrafo Manuel Outomuro, de aquella diseñador de las portadas de la revista satírica El Jueves, que recuerda "prohibían cada 2x3". Rememoró también míticos lugares de la Barcelona de los 70' como El Diana o El Celeste.

Ventura Pons y Laura G. Vaquero en
un momento del coloquio.
Ventura Pons llegó al Cine a través del Teatro. Con el dinero que ganaba dirigiendo tras bambalinas pudo financiar sus primeras películas que "hacía para sus amigos", de los que gustaba ver su reacción ante la obra, para lo que se escondía tras la cortina. La película que forma parte de la retrospectiva, Ocaña, Retrat Intermitent, es un retrato salpicado de instantes de realidad, del singular artista José Pérez Ocaña. 


El autor se refirió a la película como "cuento de hadas", protagonizado por un personaje que trascendía a su performance. “Un personaje con un gran mundo interior, un discurso aún actual y gran valentía para decir lo que decía”. Recordó que en el 77', año en que se rodó la película, "por ser homosexual te metían en la cárcel”. Era el tiempo de las primeras expresiones artísticas que reivindicaban esta condición. Ocaña se convirtió entonces en una figura clave de la contracultura en la Barcelona de los años setenta. Un mito que todavía hoy perdura.


El ciclo dedicado a la Transición se pasa
en una sala que también ha vivido esta época.
El director hizo un salto en el tiempo, y se situó en nuestros días. Parecía desilusionado con el camino que la Cultura está llevando  en España: "Yo empecé haciendo películas desde la trinchera y ahora nos hacen volver a ellas". Y prosiguió: “En este país no se toman el Cine seriamente, como actividad de interés socio-cultural que es”.



Por suerte, añadió, “la creatividad no está en crisis”. 


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